Cada día que pasa se demuestra con hechos palpables los avances de la revolución Bolivariana en la educación de nuestro pueblo.
A pesar de los ataques, de las señalizaciones de quienes no aceptan la transformación de un modelo educativo más justo, más acorde a la nueva realidad social llena de metas, con una convicción basada en el porvenir de nuestra patria, donde se activen nuevas ideas en función del mejoramiento político, económico y cultural en nuevas latitudes llenas de cambios profundos en un sistema educativo que solo se ha dedicado además de privatizarlo, seguir un modelo capitalista, solo para producir profesionales con una visión de enriquecerse y manipular y explotar a quienes sirvan en una esclavitud de una nueva era gracias a esos modelos industriales, mercantilistas que solo tienen esa visión de dominación mundial.
Pero a través del tiempo se a perdido la vocación o la esencia de tener una educación justa, llena de humanismo, sensibilidad, ética y principios para determinar cual es el camino verdadero en un comienzo der siglo donde los pueblos oprimidos, ya se despiertan y se cumple lo que empezó hace 200 años a caballo y ahora se está concretando a través de movilizaciones, nuevos líderes que vienen de la lucha popular, la nacionalización y unificación de esos pueblos dominados por los más poderosos.
En nuestro país, gracias a la Revolución Bolivariana estamos haciendo lo nuestro, cambiar ese viejo esquema de dominación y exclusión, esa lucha de clases, esa igualdad que nos dicta nuestra constitución.
Aun así, tenemos logros, tenemos aun debilidades, pero con gran voluntad gracias a nuestro Comandante en Jefe Hugo Chávez, tenemos ya un camino recorrido, pero igual seguimos en un torbellino coyuntural, donde los burgueses pretender seguir adueñándose de la educación en nuestro país.
No reconocen las Misiones Educativas, no creen en la creación de nuevas casas de estudios, en abrir las puertas al pueblo, y que es el estado quién financia los presupuestos de estas casas de estudio que se niegan a seguir el sentir de un pueblo que es mayoría, y que tiene todo el derecho a ocupar estos espacios.
Sabemos mis queridos hermanos que tenemos fallas, debemos reconocerlas, porque aun con esa gran masa que está dentro de nuestras Misiones educativas, nuestros politécnicos, experimentales, en los centros de estudiantes, nos hemos olvidado un poco de impulsar y hacer valer nuestra nueva Ley de Educación, debemos exigir el legitimo derecho de acceder a una educación gratuita y justa.
Hay mucho por hacer, y seguimos ganando espacios, demos defenderlos y mantenerlos y conquistar cada día mas el corazón de nuestro pueblo, dónde el único camino para tener una felicidad posible, con estudio, trabajo, cultura y amor para nuestros hijos, nietos, es el Socialismo.
